A más de cuatro décadas de la desaparición de Emanuela Orlandi, el Vaticano sigue envuelto en uno de los casos más oscuros y polémicos de su historia reciente. La joven de 15 años fue vista por última vez el 22 de junio de 1983 en Roma, luego de asistir a una clase de música. Desde entonces, su paradero sigue siendo desconocido.

A más de cuatro décadas de la desaparición de Emanuela Orlandi, el Vaticano sigue envuelto en uno de los casos más oscuros y polémicos de su historia reciente.

Alguien vio por última vez a la joven de 15 años el 22 de junio de 1983 en Roma, después de que asistiera a una clase de música. Desde entonces, nadie ha podido determinar su paradero y las autoridades siguen eludiendo las respuestas.

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El caso de Emanuela Orlandi ha sido uno de los mas polémicos en la historia reciente del Vaticano

Con la reciente muerte del Papa Francisco, quien no logró esclarecer el caso pese a sus intentos, el peso de este misterio recae ahora sobre el nuevo pontífice.

La familia Orlandi, incansable en su búsqueda de justicia, espera que este cambio de liderazgo impulse una reapertura del expediente y brinde finalmente claridad sobre lo ocurrido.

A lo largo de los años, diversas teorías han intentado explicar la desaparición: desde un intento de intercambio por Ali Ağca —el autor del atentado contra Juan Pablo II— hasta la participación de la mafia romana.

Más perturbador aún, algunas hipótesis apuntan a una posible red de explotación sexual dentro del propio Vaticano.

En 2024, se reveló la existencia de un dossier vaticano relacionado con el caso, hecho que dio respaldo a las sospechas de la familia Orlandi sobre el ocultamiento de información. A pesar de ello, el caso permanece oficialmente cerrado.

El nuevo Papa enfrenta ahora la presión de una comunidad internacional que exige transparencia, y de una familia que durante más de 40 años ha buscado incansablemente la verdad.

Reabrir el caso Orlandi no solo sería una respuesta a esa demanda, sino también un paso crucial hacia una Iglesia más abierta y responsable ante su pasado.